
Mientras se hace la pasta preparo la mochila, neopreno, gafas, gorro, portadorsal, zapatillas de correr, zapatillas de la bici, ropa… parece que se hace interminable preparar la mochila con tantas cosas y siempre da la sensación de que te falta algo, no paro de repasar una y otra vez lo que me llevo y lo que me hará falta para la triatlón, parece que está todo y tras terminar de preparar la comida me bajo con la bici al coche, me despido y por el camino sigo pensando en lo que llevo, tras 5 minutos de camino…horror!!! se me olvida la cartera!!! y me hará falta el DNI para entrar en Boxes, media vuelta y otra vez a casa, ya voy justa de tiempo y finalmente parece que llegaré tarde.
Llego sin problemas al polideportivo, bastante puntual, pero enseguida me doy cuenta que allí no hay nadie, le veo a Juancar y allí nos quedamos los dos esperando a las demás Trikus mientras comentamos cosas sobre la carrera.
Van llegando las primeras Trikus, hay nervios, pero sobre todo mucha ilusión, se respira un gran ambiente, aquí todo es triatlón, estoy en mi salsa, vamos cogiendo los dorsales y poco a poco nos ponemos en marcha para comer.
Después de comer decido coger la bici para acercarme a ver la subida al faro de Higer, la subida que tantos dolores de cabeza nos a dado durante ésta semana, me servirá también como calentamiento, voy bien acompaña por Yolanda y Arantxa Chaurre, nos acercamos a la subida y ellas deciden no subir para no cansarse antes de la carrera, tal vez sea lo mas sensato, pero me puede la curiosidad y subo, tengo dudas de como andaré de fuerza ya que éste año aunque e cogido la bici, lo de las cuestas lo e dejado hasta el final, esperando a una mejor recuperación de la cadera, subo sin problemas y además me gusta, otra cosa será durante la carrera.
Se acerca la hora de entrar en boxes y el caos nos invade, los nervios no nos dejan ni pensar, no se cuantas veces llego a abrir la puerta del coche para coger o dejar algo, cada vez que me decido a coger el camino a boxes me doy cuenta que me falta o me sobra algo, creo que no soy la única, alguna incluso parece que puede tener la rueda pinchada, menos mal que tenemos a los fans/maridos con nosotras y nos pueden resolver esos problemas de última hora.

Llego a boxes me quito el neopreno con bastante poco estilo por cierto, ésto también hay que ir mejorando, me pongo las zapatillas de la bici, el casco, dorsal y me escapo sabiendo que con la bici aún tengo alguna posibilidad de alcanzar a alguien y no quedarme sola atrás, pero en cuanto subo a la bici me doy cuenta que voy con el aliento justo, me e fundido con la natación y no se como voy a llevar el sector de bici, sin tiempo a recuperarme empiezo la primera subida al faro, me cuesta subir, pero alguien con sus ánimos me lo hace mucho mas fácil, es Pili que no para de animar en ningún momento y parece que da mas alas que el Red Bull, empiezo a pasar gente, las cuento con los dedos de una mano, pero algo es, después de la bajada veo a Susana Arrese decido pararme un rato junto a ella y preguntarle que tal le había ido la subida, tenía muchas dudas y le estrasaba bastante ésta situación, me dice que todo bien, cosa que no me sorprende y sigo adelante, no faltan los ánimos durante toda la carrera, familiares y amigos de Trikus, cada vez me sorprendo mas de la gente conocida que veo. Segunda subida al faro, siguen los ánimos de Pili y otra vez el Red Bull, bajo piñones y pedaleo como si me fuera la vida en ello, no me acuerdo ni de mi cadera, buena señal, ésta si que estuvo a la altura, en la siguiente bajada adelanto a Yolanda se sorprende de verme, creía que iba mas adelante, decido seguir sin pararme, ya que queda muy poquito para terminar y no quiero perder ritmo en el llano, me voy sacando los pies de las zapatillas, sabedora de que estoy llegando, los dejo fuera encima de las zapatillas, llego, el juez me dice donde bajarme y así lo hago, entro en boxes y… Merd!!! no tengo el número de dorsal en el portabicis y me paso de largo, media vuelta, dejo la bici, en éste tiempo llega Yolanda, empiezo a ponerme las zapatillas, pero algo falla otra vez, la lengüeta de la zapatilla no quiere venir conmigo, se mete dentro de la zapatilla cual mejillón en su cascarón, voy muy cansada y ya no puedo ni pensar, consigo ponerme las zapatillas y entre tanto Yolanda ya sale y yo detrás, me pregunta si me espera y le digo que no, mejor cada una a su ritmo, yo no se como voy a estar.

Sin duda cruzar la línea de meta, sentirme tan arropada y compartir ésta experiencia con tod@s los Trikus es el mayor trofeo que me puedo llevar, un gran recuerdo para siempre y como dice Yolanda… ésto no ha echo mas que empezar.
Nos vemos en Mimizan.
Nere
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